En el verano de 1998 no había discoteca latinoamericana que en algún momento de la noche no sintiera sonar un redoble de tumbadoras y una trompeta que anticipaba con su melodía lo que se venía, el mega-hit dominicano “Procura” que abría con:
Procura seducirme muy despacio
Y no reparo de todo lo que en el acto te haré
La letra continúa contando una historia de seducción que coquetea con la idea de convertirse en una sórdida sinopsis de terror.
Por años creímos que el que cantaba era Chichi Peralta (quien muchas veces daba a entenderse como autor de la canción) pero resulta que no es el autor, no es quien canta y no es Chichi sino Chichí con tilde en la í. Toda una vida de mentiras y confusiones que me tomaré el trabajo de explicar en detalle a continuación.
En República Dominicana le suelen decir Chichí al menor de los hermanos. Y este fue el caso de Pedro René Peralta Soto, productor y Alma Matter del disco “Pa’ Otro La’o”, del cual también surgieron dos hits mas: “Amor Narcótico” y en mucha menor medida “La Ciguapa”. Todos en clave merengue pop melancólico.
El disco fue producido por Chichí e incluyó, aunque parezca mentira, varias sesiones en Abbey Road con la Sinfónica de Londres. Solo esas sesiones costaron cerca de cien mil dólares.
Es que Chichí es un obsesivo de la producción musical, fanático del jazz y la orquestación. Como claro rastro de esto, en un pasaje de “Procura” podemos escuchar con un acento dominicano muy cerrado: “En honor a Hugh Masakela”, un compositor de jazz africano.
Peralta contaba con credenciales suficientes como para que la disquera confiara en él semejante presupuesto: venía de ser parte de “La 440”, la agrupación que acompaña hasta hoy al exitosísimo Juan Luis Guerra, quien hizo famosa la bachata en el mundo por primera vez.
¿Pero quién canta? Presentados por un amigo en común en esas situaciones providenciales de alineamiento cósmico Chichí conoce a un jóven inexperto sin formación musical pero con una voz particular y un puñado de canciones en el bolsillo llamado José Jandy del Carmen Feliz Matos. Jandy Feliz para resumir.
Chichí venía de un par de intentos fallidos con sus producciones y vio en las canciones de Jandy la oportunidad de hacer un disco de merengue más clásico, romántico. Para ese entonces estaba de moda el tecno-merengue de agrupaciones como “Proyecto Uno” que sumaban sintetizadores y rapeos.
Un dato interesante que quizá tiene algo que ver con el desenlace de esta historia es que a diferencia de las cuerdas y la Sinfónica de Londres, las voces se grabaron en un estudio pequenísimo y casi todas en una sola toma bien rápido.
“Procura” fue la última canción que grabaron de relleno y casi no entra en el disco.
Al día de hoy acumula seiscientos millones de reproducciones en Spotify y fue cuádruple platino en varios países de Latinoamérica.
Casi todas las canciones del disco incluidos los hits fueron escritas e interpretadas por Jandy. A excepción de “Techno Son”, claramente la canción mas extraña del disco, que está compuesta y cantada/rapeada por Chichí.
Sin embargo en la tapa del disco se lee bien grande “Chichí Peralta” y solo aparece él saltando como si fuese un bailarín. No hay rastros de Jandy. En las presentaciones Chichí copaba el escenario con un micrófono arengando a la gente como si fuese un MC.
Luego de giras interminables y un éxito arrollador Jandy decide salir de la agrupación para encaminarse en un proyecto solista. Al parecer el acuerdo económico que tenían (de palabra) no era redituable sumado a rumores de desplantes y actitudes extrañas por parte de Peralta quien quizá el hecho de estar en las sombras lo superó.
Jandy solista supo sacar un puñado de hits más como “Cariñosa” que supieron aprovechar el momentum de “Procura”. Luego dejó la música, se dedicó a la caridad en Australia, participó en un reality en Perú, volvió a la música, le vendió una canción a Chayanne que le generó mas dinero que “Procura” y se volvió devoto de Jesucristo. Hoy según sus palabras “No puedo cantar esas canciones por que Dios no me lo permite” ¿Donará las regalías?.
Chichí por su parte continuó algunos discos más con sus producciones aunque con muchísima menor repercusión.
Entre ellos no volvieron a hablarse, no se siguen en redes y se refieren a ese vínculo tan redituable como “estrictamente profesional y parte del pasado”.
Debe ser todo un desafío mantenerse en las sombras de un éxito arrollador, quizá el apodo Chichí fue una marca pesada.
El miércoles que viene te escribo de nuevo,
Ale.
Ah, mirá
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