Inspirados por la marquesina de una fábrica de muebles en Hull, Inglaterra, Everything But The Girl tardaría nueve discos y más de diez años en alcanzar la fama mundial, y lo haría de manera totalmente inesperada.
Desde 1982 hasta 1994, la banda se movía entre distintos estilos pop-acústicos-alternativos, logrando algo de notoriedad dentro de UK, pero no mucho más.
Del otro lado del océano, un DJ y productor muy prestigioso de house llamado Todd Terry los venía siguiendo y sentía que necesitaban algo más contundente para sus canciones. Desafiando la dinámica convencional de los remixes —donde la banda, el representante o la disquera encargan el remix—, fue él quien pidió hacer una versión de uno de los cortes de su último disco.
Luego de trabajar tan solo un día y medio, el remix de “Missing” estaba listo.
En un principio, la disquera y la banda no estaban convencidos de lanzarlo; sentían que no pegaba con su estilo, y tenían razón. Si bien la cadencia de acordes, la velocidad y el clima general de la canción ya tenían algo que se acercaba al house, faltaba la parte bailable, algo que la banda nunca había explorado. Todd insistió en que la publicaran: tenía la astucia que da la experiencia en lo independiente y sabía que a los grandes sellos muchas veces les cuesta arriesgar, además estaba seguro de que había algo potente en esta nueva versión de “Missing”.
Vendió más de tres millones de copias —punto para Todd—, pero más allá de eso, catapultó a Everything But The Girl a la fama mundial y a replantear casi por completo el estilo de la banda. A partir de ahí, comenzarían a producir sus discos más exitosos, mezclando las voces suaves y melancólicas de Tracey Thorn con distintas improntas de la escena electrónica.
Podríamos rebobinar para pensar en la conexión entre el slogan de una casa de muebles para jóvenes solteros en Inglaterra y la escena de música electrónica de los noventa en Estados Unidos. Siempre me resultan interesantes los cruces fortuitos que parecen torcer el curso de la historia hacia lugares nuevos.
Te escribo en un par de miércoles,
Ale.
Ah, mirá:
Argentina Liminal.
In Perspective Willow de Robert Dawson.
Le pidieron al equipo que desarrolló el juego de Kirby que lo dibujen de memoria.
Esta imagen es 3D.


